Todos/as pertenecemos a sistemas: la familia, empresa/organización, grupo de amigos, comunidad, sociedad…Somos parte de sistemas y de un sistema mayor.
Cada persona está inmersa en los campos de información de los sistemas a los que pertenece. Mediante las Constelaciones Familiares podemos comprobar que trabajando con la persona, se tiene acceso a dichos campos y se trabaja con todo el sistema.
Es decir, lo que ocurre en una sesión de Constelaciones Familiares tiene repercusión en cada integrante del sistema, aunque estos/as no estén presentes.
Las Constelaciones Familiares son la herramienta que Bert Hellinger creó para liberar a los vivos de su rechazo al momento presente y para permitir que la vida fluya con fuerza y armonía hacia la reconciliación de todos con todos.
De manera no consciente estamos ligados/as a vínculos con los sistemas a los que pertenecemos y a veces estos presentan desordenes.
Por ejemplo, en el sistema familiar estamos vinculados/as mediante profundos y subconscientes lazos de amor y lealtad. Estos a veces generan dinámicas que conllevan identificaciones y conflictos de una generación a otra. Por ejemplo: dificultad en las relaciones, adicciones, enfermedades, problemas económicos, problemas laborales…
Con las Constelaciones Familiares, estas dinámicas salen a la luz y permiten ordenar el sistema, dando a cada uno/a el lugar que le corresponde. De esta manera aparecen soluciones que alivian a todos/as los/as integrantes del sistema.
“Las constelaciones muestran lo esencial y produce un movimiento que lleva a más al sistema.”.
Si tienes más dudas sobre las constelaciones familiares, te invito a hacer click aquí para leer un artículo que escribí al respecto.
Los cuencos trabajan a nivel vibracional generando un masaje sónico. Generan una mayor claridad mental, aumento de la creatividad, mayor concentración, mayor visión de futuro y una gran sensación de paz. ¿Ya has probado sus beneficios?